Vivo en la nariz de un sapo cuya boca escupe suerte y del que nacen flores espigadas. Es su voz ronca y poderosa pq es su garganta una cueva de pétalos y recovecos. Es su tacto húmedo y suave y tan fresco como la brisa. Vivo recostada en un paso de aire. En la nariz de un sapo de ojos celestiales y pose sosegada que piensa por mí cuando llega el vacío. Su cuerpo lleno de cráteres me recogen, se amoldan a mi caprichoso descanso y me silencian cuando él quiere gritar.
Vivo en la fantasía del sapo. De sus tejemanejes y extravagancias que hacen que lo absurdo e imperfecto sea sustancial y represente el perfecto motor para crear.
Vivo en la fantasía del sapo. De sus tejemanejes y extravagancias que hacen que lo absurdo e imperfecto sea sustancial y represente el perfecto motor para crear.
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