viernes, 8 de marzo de 2013

retazo de un camarada

Piensa pues, compañero:

    si el mar que habito   siempre fuera tranquilo    pocas alegrías me podría dar. 


    El mismo alimento     todas las lunas.


    Luz somnolienta     para una sangre pasiva .  

    
    Arena fina   en la que retozar         

    y  un pasar de horas   decadente. 


Piensa pues, compañero: 

    
    esta  resaca            contra la que luchamos,

    la que ha levantado el mar   y   ahogado a la luna,  


    la que nos hace danzar en la oscuridad, 


    esta resaca             es la que hace de nuestro baile     un Titán, 


    del alimento           una dicha


   de la luz              una ofrenda 


 y de la arena el manto perfecto para relajar un cuerpo magullado pero victorioso en el combate.



Recuerda compañero: 


Es el equilibrio un señor que alterna las nubes y el infierno. 


Un señor caprichoso y olvidadizo que alterna las plumas y el azufre 


y que en el viaje estima  cuan valiosa es su existencia.


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